LA BOCA EN TIEMPOS DE COVID - TECMA DENTAL
VÍAS DE ENTRADA


Se sabe que el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la pandemia COVID-19, ingresa en nuestro organismo a través de las mucosas oral, nasal y ocular.


Importante las tres famosas medidas de protección, denominadas las 3 M:
lavado frecuentes de Manos, uso sistemático de la Mascarilla y mantener Metros de distancia social. En estos momentos, con mayor razón que nunca, es fundamental que mantengamos una adecuada salud oral. Aquellas personas que presentan patologías previas, se ven sometidas a un mayor riesgo de que la enfermedad, en caso de contraerse, evolucione de forma más desfavorable.


Una pobre salud oral, con caries y enfermedad periodontal, incrementa el riesgo de enfermedades sistémicas, pudiendo originar complicaciones cardiacas, pulmonares, problemas en el embarazo o empeorar una diabetes. No es el momento de arriesgarse a poder desarrollar alguna de estas complicaciones. Por todo ello, ahora más que nunca, debemos cuidar nuestra higiene bucodental y visitar al dentista.


RIESGO DE NEUMONÍA


Afortunadamente, la mayoría de los casos de COVID-19 evolucionan de manera favorable, presentando unos signos y síntomas que pueden considerarse leves (fiebre, malestar general, tos). Sin embargo, para algunos, la situación empeora y obliga a su ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos y ser intubado. Todos los pacientes que requieren de ventilación mecánica se ven sometidos a un riesgo de desarrollar una neumonía por aspiración. Se ha comprobado que aquellos que presentan una boca enferma tienen mucho mayor riesgo de desarrollarla.


Los profesionales de Cuidados Intensivos conocen perfectamente esta relación y por eso intentan mantener la boca limpia (mediante antisépticos) y húmeda mientras dure la intubación. De nosotros depende prevenir estas complicaciones que pueden poner en riesgo nuestra vida, manteniendo nuestra boca sana.


BOCA ENFERMA, PEOR PRONÓSTICO


Una mala salud oral puede originar complicaciones en otras partes de nuestro cuerpo y empeorar el pronóstico en caso de padecer la COVID-19. Son muchos los estudios que muestran que existe una clara relación entre una inadecuada salud bucodental y otras enfermedades sistémicas. Las bacterias responsables de las enfermedades orales, junto con sus productos tóxicos, pasan al torrente sanguíneo a través de las pequeñas arterias.


Esas bacterias alcanzan órganos a distancia como el corazón, los pulmones, los riñones, el páncreas o atraviesan la placenta en caso de embarazo. Por eso hay que evitar que estas bacterias patógenas orales se desarrollen para prevenir posibles enfermedades generales más graves (cardiopatías, enfermedades respiratorias, renales, empeoramiento de la diabetes). Las enfermedades orales dificultan el control de la diabetes, aumentan el riesgo de infarto del miocardio, incrementan el riesgo de enfermedades pulmonares o renales, o pueden favorecer un parto prematuro.


La enfermedad periodontal empeora el control de la glucemia, incrementando la resistencia a la insulina.
Una correcta higiene bucodental elimina los riesgos de inflamación
La inadecuada salud oral incrementa el riesgo de neumonía.
Una mala salud oral desencadena una respuesta inflamatoria y aumenta el riesgo de infarto


BOCA SANA FRENTE AL CORONAVIRUS


Mejorar la higiene bucodental es clave en estos momentos. El acúmulo de biofilm oral derivado de una higiene ineficaz origina inflamación a nivel gingival. Esta inflamación puede desencadenar un aumento de riesgo de complicaciones en pacientes con COVID-19, especialmente en pacientes diabéticos, con enfermedad cardiovascular o inmunodeprimidos.


La saliva es una gran aliada de nuestra cavidad oral al contener numerosas sustancias antibacterianas y antivirales. La saliva, en una boca sana, nos proporciona una gran ayuda actuando como un escudo protector, gracias a su gran cantidad de proteínas, inmunoglobulinas y péptidos antivirales. En estos momentos, se están estudiando numerosas vacunas potenciales frente al coronavirus. Una de las líneas de investigación incluye el posible uso de vacunas que se administrarían por vía mucosa oral, pensando que podrían llegar a ser incluso más eficaces que administradas por vía parenteral.


Mejorando la higiene bucodental, se puede reducir el riesgo de complicaciones
La mala higiene oral puede considerarse un factor de riesgo de complicaciones del COVID-19, especialmente en pacientes con diabetes, hipertensión o enfermedad cardiovascular al estar asociadas con un acúmulo inapropiado de biofilm oral.


La saliva: escudo protector frente al SARS-CoV-2
La saliva humana es un fluido muy complejo y juega un papel crucial en la prevención de infecciones virales y la protección frente a ellas al contener una gran cantidad de proteínas y péptidos con efectos antivirales.


CUIDADO DEL CEPILLO


Lavarse las manos Lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de tocar el cepillo. Los virus pasan de la mano a la mucosa oral.


Cepillarse
Proceder al cepillado de dientes habitual con pasta fluorada durante 2 minutos, al menos 2 veces al día


Enjuagar bien el cepillo
Después de cada uso al objeto de eliminar restos de pasta y detritus alimenticios. Es recomendable desinfectar el cabezal del cepillo con un enjuague antiséptico durante 1 minuto


Secar bien el cepillo
Dando vueltas de derecha a izquierda para eliminar el exceso de agua y la humedad


Lavarse las manos
Al finalizar, volver a lavarse bien las manos con agua y jabón, durante al menos 40 segundos


Almacenamiento
Los cepillos deben almacenarse con el cabezal hacía arriba, alejados del sanitario (al menos 1 metro) para evitar su posible contaminación. El coronavirus también está en orina y heces. Lo ideal es no tener el cepillo a la vista, sino guardado. No conviene guardar varios cepillos amontonados por el riesgo que existe de contaminación de uno a otro
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