La Psicología infanto-juvenil se ocupa de las necesidades emocionales, conductuales y de desarrollo de los niños y adolescentes en cada etapa evolutiva de su vida. El papel del psicólogo en estas edades es evaluar e intervenir en los aspectos que puedan estar interfiriendo en el desarrollo del niño o adolescente para facilitar su adecuado desarrollo psicológico. Cuando a un niño/adolescente le pasa algo que está afectando a su pleno desarrollo, no siempre sabe explicar lo que le ocurre , por ello, los padres, familiares y círculo próximo han de estar atentos a las posibles señales que nos puedan dar, por ejemplo, que se comporte de forma agresiva sin motivo aparente, comience a comportarse de forma distinta a como lo haría normalmente, esté demasiado callado, especialmente inquieto, que llore fácilmente o que nada le interese, estas son algunas de las señales que nos pueden indicar que su hijo/a le está pidiendo ayuda.
Algunos de los problemas que trabajamos con los niños en estrecha colaboración con los padres, son: ansiedad, miedos o fobias, celos, depresión, fracaso escolar, problemas en el control de esfínteres (enuresis, encopresis), problemas de alimentación, trastornos del sueño (pesadillas, terrores nocturnos), alteraciones de conducta (oposicionismo, rabietas, agresividad), dificultades de relación, baja autoestima, problemas emocionales derivados de situaciones concretas (separación de los padres, muerte, acoso, adopción, etc), dificultades motoras y tics nerviosos, problemas en el desarrollo de las capacidades del niño.
En el periodo de la adolescencia algunas de las demandas más comunes son: problemas de adaptación social o con iguales, problemas de autoestima, falta de seguridad en sí mismo o falta de asertividad, bajo rendimiento académico (ansiedad ante los exámenes, desmotivación), depresión, ansiedad, obsesiones, problemas de conducta alimentaria, problemas de comunicación o conflictos familiares, rebeldía, agresividad, conductas de riesgo (alcohol, drogas, relaciones sexuales), etc.
Empieza un nuevo año y con este aparecen los nuevos propósitos. Desde Affidea Clínica Tecma queremos priorizar tu salud mental y ofrecerte todas las herramientas posibles desde el servicio de Psicología.
¿Por qué es importante cuidar nuestra salud mental?
Es importante cuidar nuestra salud mental ya que está estrechamente ligada a la salud física. Una mente saludable hace que el cuerpo funcione mejor y a su vez un cuerpo sano genera bienestar emocional