Hidratación, los refrescos no valen
¡Qué calor! Si la hidratación es un aspecto fundamental durante todo el año, en verano cobra todavía más importancia por la elevación de temperatura y el riesgo de deshidratación y golpes de calor.


Muchas veces hemos oído a médicos, medios de comunicación, deportistas… que a la hora de hidratarse a diario no todo vale, y así es.
El principal aliado en estos meses estivales debe ser el agua. Los refrescos, a los que algunas personas acuden con frecuencia no son una opción nada saludable. ¿Sabes que una lata de cualquier refresco común contiene unos 30 gramos de azúcar? Eso se traduce en unos 10 terrones de azúcar, una cantidad de más de 150 calorías nada saludables para el cuerpo.


Además, debido a estas altas cantidades de azúcar, lejos de hidratar y quitar la sed hacen justamente lo contrario: incitarnos a que bebamos más refresco, sigamos inflándonos a azúcar y sigamos sin cubrir las necesidades de hidratación que necesita nuestro cuerpo.


Por otra parte, la elevada porción de azúcar que incorporan estos refrescos así como los zumos y batidos envasados, ayudan al sobrepeso de adultos y sobre todo de los niños.


Así, debemos recordar que nuestro cuerpo está constituido en más de un 70% de agua y que una gran cantidad se evapora por la orina, el sudor y la respiración. Por este motivo, para una correcta reposición de líquidos y una regeneración de nuestras células, beber agua debe ser un hábito. Si la cantidad diaria recomendada es de 1,5 a 2 litros, en verano esta cantidad debe incrementarse si es posible hasta los 2,5 o 3 litros diarios, depende de la persona.


Así que ¡a beber se ha dicho y a disfrutar de un verano saludable!
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