Los niños con síndrome de Down pueden mostrar una amplia variedad de problemas con el habla y el lenguaje. Muchos tienen ya amplio vocabulario pero tienen dificultad para combinar las palabras en frases gramaticales. La inteligibilidad del habla varía desde excelente a ininteligible.
El logopeda tratará los aspectos oro-faciales para que consiga una articulación fluida y se adquieran patrones correctos de movimiento. Tratará también, la estimulación auditiva, para que se discriminen correctamente ruidos, voces y sonidos. Y en todos los componentes del lenguaje (fonética y fonología, semántica, morfo-sintaxis y pragmática). Será muy necesario este aspecto, tanto por la articulación, la ampliación de vocabulario, el incremento en la longitud de estructuras gramaticales y en el uso correcto del discurso en diferentes contextos.
La intervención no sólo será necesaria en el niño con síndrome de Down, sino que también es muy importante contar con el apoyo e implicación de los familiares en este proceso, para motivar al niño mediante la participación diaria.