
Los mejores candidatos para una liposucción son personas sanas, con un peso normal y excesos localizados de grasa. También es importante de cara a obtener un buen resultados estético que la piel sea firme y elástica, pues de lo contrario no se adaptará al nuevo contorno y quedarán colgajos que luego habrá que corregir con una intervención de cirugía plástica.
La grasa que se aspira no se vuelve a reproducir, pero se tiene que mantener un peso estable y asociar un ejercicio físico adecuado para que el resultado sea permanente.