DIATERMIA Y ESGUINCE DE TOBILLO

Un esguince es una lesión ligamentosa, es decir, una afectación de los tejidos fibrosos que unen varios huesos de una articulación. El 90 % de los esguinces de tobillo son tras una torsión forzada de tobillo en inversión, con alteración de las estructuras laterales tobillo. Esta lesión siempre implica una afectación del ligamento, ya sea una elongación, rotura parcial o completa, así como una edematización en la región perimaleolar.

Utilizamos distintos abordajes terapéuticos durante la rehabilitación de este tipo de lesiones. Una de las técnicas de electroterapia avanzada que utiliza nuestra clínica es la diatermia, también conocida como INDIVA. Es un tratamiento basado en la termoterapia endógena que utiliza con fines terapéuticos los efectos JOULE del aumento de temperatura entre los tejidos. 

Es una técnica mediante la cual se aplica una corriente de alta frecuencia que penetra en las capas más profundas produciendo un efecto térmico sobre los tejidos tratados produciendo una elevación del umbral de dolor. Tiene un efecto vasodilatador, de modo que el aumento del flujo sanguíneo facilita el drenaje de edemas, y como resultado directo del efecto vasodilatador se produce un efecto antiinflamatorio, aumento de la velocidad en regeneración de tejidos, y reducción de la fibrosis acelerando la cicatrización. 

Existen dos modalidades con las que aplicar la diatermia según el tejido sobre el que se quiera trabajar, de este modo se aplicará diatermia capacitiva en aquellos tejidos con un componente hídrico superior, como para el tratamiento muscular, y la diatermia resistiva con aquellos tejidos menos vascularizados, es decir, tendones, huesos y ligamentos. 

En este caso utilizaríamos ambos modos. En primer lugar el modo capacitivo centra la acción a un nivel subcutáneo oxigenando la región, mejorando el riego sanguíneo y reduciendo el dolor, consiguiendo un efecto analgésico y antiedema con el fin de reducir la inflamación perimaleolar, y de esta forma también nos preparamos para aplicar el modo resistivo. Con el resistivo conseguimos un trabajo más específico sobre las fibras ligamentosas dañadas con el objetivo de la recuperación del tejido afectado, obteniendo como beneficios la aceleración del proceso de curación y contribuyendo a la regeneración celular. 

También podemos recurrir a la diatermia para tratamiento de tendinopatías (rotura de fibras, contusiones, contracturas, fracturas, sobrecargas o edemas), pues permite acelerar el metabolismo y la absorción del edema. Además, esta técnica tiene la ventaja de ser totalmente indolora y no estar contraindicada excepto para casos muy concretos. Solo hay que tener precaución en pacientes con heridas abiertas, embarazos, material de implante como marcapasos o placas osteosintéticas, pero sólo es problemático si la diatermia se aplica en la zona del implante. 

Eso sí, la diatermia debe aplicarse siempre por el especialista, en este caso el fisioterapeuta, y en combinación con las técnicas que este estime oportunas. El tratamiento suele aplicarse en sesiones de 15 a 30 minutos.

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