Cómo combatir la ola de calor que sufre Valencia
Valencia registró ayer hasta 42 grados, una temperatura que no se daba desde el verano de 2010. Y parece que, aunque en menor medida, nos esperan días de calor para despedir el mes de agosto.


En Clínica Tecma trabajamos para prevenir problemas y mantener un estilo sano de vida, por ello no nos cansamos de repetiros que ante estas temperaturas en fundamental beber agua constantemente, sin esperar a tener sed. De 2 a 3 litros diarios es lo ideal. El ser humano se compone de agua, pierde líquidos en su actividad diaria y ello se acentúa con el calor. Por ello debemos reponerlos a base de agua, frutas y verduras. Es un error ingerir refrescos, ya que por su aporte calórico y azúcares no nos quitarán la sed ni nos hidratarán de forma óptima.


Además, existen otras pautas que debemos seguir cuando el calor aprieta. Es mejor para el organismo que las comidas y cenas sean ligeras y frescas, hay que huir de comidas copiosas y acudir a ensaladas (de pasta, arroz, patata, legumbre, lechuga… hay múltiples ingredientes, y mejor si se comen en frío), no abusar de fritos ni de alimentos pesados que puedan dificultar la digestión.


Por otro lado, los deportistas deben variar el horario en el que realicen sus actividades, siendo las más recomendables a primera hora de la mañana o última de la noche. El horario menos recomendado cuando las temperaturas son altas es de las 11 de la mañana a las 8 de la tarde.


También hay que cuidar el cuerpo, vestirse con prendas ligeras, sueltas, de algodón o tejidos lo menos sintéticos posible, pues es necesaria una correcta transpiración. Tampoco hay que olvidar salir de casa con las gafas de sol y un sombrero o gorra, para protegernos del sol. Y siempre, siempre, llevar protección solar aunque sea para hacer recados por la calle.


Los aires acondicionados son otra de las herramientas que pueden ayudarnos a pasar las horas de calor, pero ¡cuidado! Nada de volvernos locos y ponerlo a tope, la temperatura máxima de frío recomendada es de 22 grados, pues no es bueno para el organismo el cambio brusco de temperatura cuando entramos y salimos de casa.


Hay que extremar las precauciones, todavía más con los ancianos y los niños de casa, que son más vulnerables a las consecuencias del calor.
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