En verano hay que prestar atención al calzado adecuado
En verano buscamos la comodidad y la sensación de ligereza y frescor para hacer frente al calor propio de esta época. Para ello buscamos sandalias abiertas tanto para mujeres, hombres y niños. Las sandalias son una buena opción para la correcta transpiración de los pies pero ¿elegimos los modelos adecuados para no desarrollar problemas después del verano?


Cuando comienza el curso, los problemas más repetidos por el uso de un mal calzado son los plantares y musculares. En verano, si no llevamos un calzado correcto la musculatura se fatiga y sobrecarga y se produce entonces la llamada fascitis plantar, que se manifiesta con un fuerte dolor en la planta cuando nos levantamos por la mañana y apoyamos los pies en el suelo.


Además, puede prodcirse metatarsalgia, un dolor en la zona anterior del pie, en los huesos metatarsianos. Este dolor se produce debido a las suelas finas y blandas, por ejemplo, por llevar demasiado tiempo las chanclas de playa de goma o sandalias con una suela excesivamente delgada cuando caminamos.


Por otra parte, un calzado inadecuado puede desembocar en problemas de espalda. Los fisioterapeutas de clínica Tecma tratan cada año después del verano numerosos casos de problemas musculares en la espalda causados por el uso de un mal calzado.


Por ello, debemos recordar que en verano:
-No debemos abusar de las chanclas de goma, éstas solo son para la playa y piscina.
-Las suelas no deben ser demasiado delgadas, deben proteger la planta del pie de las irregularidades del suelo.
-El grado de transpiración debe ser óptimo, pero en todo momento el pie debe ir sujeto, no son buenas las sandalias sueltas que no se cogen completamente al pie.
-Se debe alternar el calzado, no hay que abusar del tacón, ni de las zapatillas deportivas.
Compartir: