Para evitar las picaduras, es recomendable que en zonas calurosas, se cubra la piel de los bebés o niños pequeños con ropa de algodón ligera, que les proteja de los insectos y que les permita una correcta transpiración para no sufrir calor.
También es una buena herramienta la utilización de lociones repelentes de insectos, siempre recomendadas por un pediatra o basadas en ingredientes naturales como eucalipto de limón. Es necesario recordar que los repelentes no autorizados podrían causar a los pequeños efectos tóxicos y en esa situación estaríamos agravando el problema. Además, es conveniente que los pequeños no se bañen en lagos o pantanos.
Viajes a regiones tropicales
Estas precauciones hay que extremarlas si la familia realiza un viaje de verano a alguna región tropical. Para acudir a estos lugares es esencial contactar previamente con un servicio de Medicina Tropical o de atención al viajero para establecer la necesidad de tomar medicación preventiva contra la malaria u otras enfermedades.
Por otro lado, no hay que olvidarse que, ante las heridas de cualquier tipo, hay que aplicar agua, jabón y algún antiséptico lo antes posible.